Cuando nos asalte la desmaquillada verdad,
castigaré mis impulsos de besarte.
Cuando de lejos llegue el viento soplando
Y disipados estén los suspiros,
castigaré mis impulsos de tocarte.
Cuando los demás en su discurso
desaprueben nuestros actos
vigilaremos las acciones para que se conviertan
en caricias de un delicioso blanco.
al amanecer, las sombras volverán a ser como siempre.
Oscuras, pero inocentes.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
viernes, 5 de diciembre de 2008
DEFINICIONES 2.0
La amistad:
La amistad es que alguien te escuche cuando nadie lo hace, y convertir una tarde cualquiera en algo especial.
La amistad es alegrarte de la felicidad del otro.
Es el silencio más cómodo, la sonrisa más sincera y el beso más puro.
La amistad es que alguien te escuche cuando nadie lo hace, y convertir una tarde cualquiera en algo especial.
La amistad es alegrarte de la felicidad del otro.
Es el silencio más cómodo, la sonrisa más sincera y el beso más puro.
jueves, 23 de octubre de 2008
DEFINICIONES 1.0
lunes, 11 de agosto de 2008
Miradas
Estoy pasando la noche en el vagón cafetería de un tren, pero la cafetería ya ha cerrado,
y sólo quedamos el residuo inconformista de los que no aceptan el asiento asignado, y buscamos aquí nuestro sitio más intimo, en el lugar más común de todo el tren, no deja de tener su gracia.
El viaje es largo (me encanta) pasaré más de once horas en este sitio.
A veces se detiene en mitad de la noche, en un paraje en el que ni siquiera hay luces a lo lejos, me encanta.
El aire me llega en ráfagas y entre los viajeros intercambiamos miradas, que en algún caso son frecuentes. Somos pocos, es normal.
Contra mis oídos aprieto fuerte los auriculares y subo el volumen, quiero sentir la música de la manera más intensa posible, sin interferencias. No quiero que se escape ni un acorde , ni una nota.
Y me alejo cada vez más de las voces para fundirme en el ambiente, soy un espectador.
Algunos intentan dormir, otros juegan a las cartas, ahora mudos a mis oídos, otros buscan la oscuridad a través de la ventana y se ven reflejados en ella.
El sonido de las vías es constante y yo estoy entregado.
Suena una canción triste, el tipo de canción que suena cuando las cosas no suceden tal y como esperábamos o simplemente cuando no tenemos el valor de hacerlas y nos sentimos hundidos en un ridículo personal. Es la declaración de una derrota, un aviso de retirada.
Me gusta cuando se pone sus gafas. Ahora también intenta dormir, abre los ojos, mira y sonríe. Volvemos a ser náufragos que se agarran a una mirada, buscamos esa palabra que nos lleve lejos, desde un rincón del vagón de cola.
Yo escribo cada vez más deprisa, no quiero que se resbale este momento.
Faltan cinco horas para llegar, poco a poco se van marchando. Sólo quedamos un grupo de amigos que no conozco y yo.
Ahora suena más fuerte, esta noche no quiero escuchar otra canción.
Cuando amanezca, abandonaremos esta isla habitada por almas viajeras que se buscan en la noche y volverá a sonar otra vez esta canción.
y sólo quedamos el residuo inconformista de los que no aceptan el asiento asignado, y buscamos aquí nuestro sitio más intimo, en el lugar más común de todo el tren, no deja de tener su gracia.
El viaje es largo (me encanta) pasaré más de once horas en este sitio.
A veces se detiene en mitad de la noche, en un paraje en el que ni siquiera hay luces a lo lejos, me encanta.
El aire me llega en ráfagas y entre los viajeros intercambiamos miradas, que en algún caso son frecuentes. Somos pocos, es normal.
Contra mis oídos aprieto fuerte los auriculares y subo el volumen, quiero sentir la música de la manera más intensa posible, sin interferencias. No quiero que se escape ni un acorde , ni una nota.
Y me alejo cada vez más de las voces para fundirme en el ambiente, soy un espectador.
Algunos intentan dormir, otros juegan a las cartas, ahora mudos a mis oídos, otros buscan la oscuridad a través de la ventana y se ven reflejados en ella.
El sonido de las vías es constante y yo estoy entregado.
Suena una canción triste, el tipo de canción que suena cuando las cosas no suceden tal y como esperábamos o simplemente cuando no tenemos el valor de hacerlas y nos sentimos hundidos en un ridículo personal. Es la declaración de una derrota, un aviso de retirada.
Me gusta cuando se pone sus gafas. Ahora también intenta dormir, abre los ojos, mira y sonríe. Volvemos a ser náufragos que se agarran a una mirada, buscamos esa palabra que nos lleve lejos, desde un rincón del vagón de cola.
Yo escribo cada vez más deprisa, no quiero que se resbale este momento.
Faltan cinco horas para llegar, poco a poco se van marchando. Sólo quedamos un grupo de amigos que no conozco y yo.
Ahora suena más fuerte, esta noche no quiero escuchar otra canción.
Cuando amanezca, abandonaremos esta isla habitada por almas viajeras que se buscan en la noche y volverá a sonar otra vez esta canción.
jueves, 26 de junio de 2008
La Vida se oculta en los pequeños detalles
Tengo bajo la barbilla una herida que cuando empieza a cerrarse , me rasco hasta que vuelve a sangrar.
( Escribir esta entrada es como volverme a rascar, si en unos días la elimino, es como volverme a rascar, si no la hubiera escrito, es como volverme a rascar)
Últimamente las entradas son más cortas y las reflexiones más largas.
( Escribir esta entrada es como volverme a rascar, si en unos días la elimino, es como volverme a rascar, si no la hubiera escrito, es como volverme a rascar)
Últimamente las entradas son más cortas y las reflexiones más largas.
miércoles, 4 de junio de 2008
3 de Junio
miércoles, 28 de mayo de 2008
La memoria
Estoy enfadado con mi memoria.
Dicen que el sol de la tarde viste de plata los barcos de La Caleta,
Dicen que el sol de la tarde viste de plata los barcos de La Caleta,
y que de volantes se adornan las niñas por la noche.
Me dijeron que estuve, pero yo, no me acuerdo.
Se rumorea que crucé la bahía para ver sus calles,
y cuentan que al volver, me embrujó el olor de El Puerto.
Rumores de un faro llegaron a decir, rumores aun por desmentir.
Pescadores me anunciaron la marea.
Curiosa y extraña esta forma de vivir.
Curiosa y extraña esta forma de vivir.
martes, 13 de mayo de 2008
Licencias 1.0
Este puente me voy a dar licencia para hacer un exceso:
- ¿Tomará postre el señor?
- sí, un tocino de cielo, por favor.
- ¿Tomará postre el señor?
- sí, un tocino de cielo, por favor.
domingo, 4 de mayo de 2008
Aplicando la reversa
"La reversa es para no perder la eficiencia en la frenada en un aterrizaje ,
si la pista está en condiciones deslizantes"
lunes, 28 de abril de 2008
simulacro de amor entre una joven y un maduro
Nenúfares verdes de charca clara y ojos negros.
De encajes blancos adornas la fruta que no madura.
Y como Ninfa entre juncos, sueño tu almuerzo a deshora.
Dispensadora de bienes, me abrazo a tus laureles.
Pero es tu aliento quien me ignora.
Sin pretenderlo, me embriagas de nepenta y cornalinas, y no puedo salir.
Ribetes blancos en agua de anís.
Cipreses me aguardan, no vas a venir.
De encajes blancos adornas la fruta que no madura.
Y como Ninfa entre juncos, sueño tu almuerzo a deshora.
Dispensadora de bienes, me abrazo a tus laureles.
Pero es tu aliento quien me ignora.
Sin pretenderlo, me embriagas de nepenta y cornalinas, y no puedo salir.
Ribetes blancos en agua de anís.
Cipreses me aguardan, no vas a venir.
miércoles, 23 de abril de 2008
Día del libro
Recital de poesía en una biblioteca.
Concierto de gospel en una librería del centro –me compro un libro-
Me llama una amiga y me dice que me quiere (yo también)
Como una hamburguesa calle abajo.
Modelo posa en un banco en Gran Vía .
Una guapa actriz sale de un teatro.
Como un plato de sushi en Callao.
Concierto de Najwajean en Fnac, yo estoy
sentado en el sofá que hay en la entrada leyendo el libro que acabo de comprarme.
A veces aparto la vista de la carretera mientras conduzco,
luego vuelvo a ver el camino. Madrid me mata.
Concierto de gospel en una librería del centro –me compro un libro-
Me llama una amiga y me dice que me quiere (yo también)
Como una hamburguesa calle abajo.
Modelo posa en un banco en Gran Vía .
Una guapa actriz sale de un teatro.
Como un plato de sushi en Callao.
Concierto de Najwajean en Fnac, yo estoy
sentado en el sofá que hay en la entrada leyendo el libro que acabo de comprarme.
A veces aparto la vista de la carretera mientras conduzco,
luego vuelvo a ver el camino. Madrid me mata.
lunes, 14 de abril de 2008
miércoles, 9 de abril de 2008
Movimiento
Esta foto no es mía, la he robado en Internet, en Internet se puede robar casi todo, y las fotos es de lo más fácil, haced la prueba.
Es una foto movida, de eso no hay duda, yo tengo en mi colección muchas fotos movidas, pero esta me ha vuelto a inspirar a escribir sobre este tipo de instantáneas, y es que una foto movida es una foto en movimiento, de rostros y cuerpos difusos.
Cuando salimos en una foto movida, apenas reconocemos nuestra propia silueta. Nunca llegaremos a ver las arrugas de aquel presente, ni la ausencia o la presencia de pelo en nuestras cabezas, porque no será un recuerdo del pasado, será siempre un presente, porque una foto movida es una foto en movimiento.
Me gusta esa palabra, movimiento.
Es una foto movida, de eso no hay duda, yo tengo en mi colección muchas fotos movidas, pero esta me ha vuelto a inspirar a escribir sobre este tipo de instantáneas, y es que una foto movida es una foto en movimiento, de rostros y cuerpos difusos.
Cuando salimos en una foto movida, apenas reconocemos nuestra propia silueta. Nunca llegaremos a ver las arrugas de aquel presente, ni la ausencia o la presencia de pelo en nuestras cabezas, porque no será un recuerdo del pasado, será siempre un presente, porque una foto movida es una foto en movimiento.
Me gusta esa palabra, movimiento.
He buscado en el diccionario la palabra movimiento.
Movimiento.
1. m. Acción y efecto de mover.
2. m. Estado de los cuerpos mientras cambian de lugar o de posición.
3. m. Alteración, inquietud o conmoción.
4. m. Alzamiento, rebelión.
5. m. Primera manifestación de un afecto, pasión o sentimiento, como los celos, la risa, la ira, etc.
De todas las que he encontrado, la última es la que más me gusta. Y a vosotros?
Movimiento.
1. m. Acción y efecto de mover.
2. m. Estado de los cuerpos mientras cambian de lugar o de posición.
3. m. Alteración, inquietud o conmoción.
4. m. Alzamiento, rebelión.
5. m. Primera manifestación de un afecto, pasión o sentimiento, como los celos, la risa, la ira, etc.
De todas las que he encontrado, la última es la que más me gusta. Y a vosotros?
miércoles, 2 de abril de 2008
Luna
Dicen que si el corazón pensara, dejaría de latir.
Estoy de acuerdo, el día que deje de moverme por impulsos dejaré de vivir.
¿Y qué es lo que te hace interrumpir en la vida de alguien?
Creo que son esos mismos impulsos (los del corazón, esos que nos hacen vivir)
Porque son de la misma materia de la que están hechas las cosas inesperadas, casuales e inexplicables, porque si pensáramos, dejaríamos de vivir.
Algunos lo llamarán destino. A mi me gusta llamarle impulso.
Estoy de acuerdo, el día que deje de moverme por impulsos dejaré de vivir.
¿Y qué es lo que te hace interrumpir en la vida de alguien?
Creo que son esos mismos impulsos (los del corazón, esos que nos hacen vivir)
Porque son de la misma materia de la que están hechas las cosas inesperadas, casuales e inexplicables, porque si pensáramos, dejaríamos de vivir.
Algunos lo llamarán destino. A mi me gusta llamarle impulso.
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jueves, 13 de marzo de 2008
Cosas que valen la pena
Me llamó por teléfono y me dio media hora para cambiarme y llegar a su casa. Llegué diez minutos tarde, eran las nueve menos veinte y ya era de noche.
Sube, que son cinco minutos, me dijo por el portero automático.
Cuando salí del ascensor, un fuerte olor a basura obligó a que hiciera
más contenida mi respiración. El olor del rellano contrastaba con el delicioso olor que desprendía el interior de su casa, estaba haciendo una tortilla de patatas.
No me jodas que todavía estás así, exclamé.
Casi sin darme tiempo a entablar conversación, el I will survive de Gloria Gaynor
empezó a sonar desde el bolsillo de mis pantalones cortos (y ajustados).
Era mi teléfono móvil, me llamaba una buena amiga.
Mientras hablaba con ella, Blaki, el gato negro que gobierna la casa de Maite y Mario, se acercaba a mis calcetines largos de atletismo, la intención era rozar su lomo peludo contra mis piernas, un lomo negro y brillante, muy brillante y muy negro muy negro ( porque Blaky is black )
Marioooo!! como me toque las medias con las uñas le doy una patada!
Sin terminar la conversación con Cristina, Mario terminó de hacer una
fabulosa tortilla de patatas (tenía pinta de estar buenísima, lo sé porque me la enseñó ;-)
Mario apagó el fuego de la cocina (lo ves Mario como estaba apagado)
y salimos a patear las calles de Madrid.
Hoy por hoy hay pocas cosas que me llenen de tanto placer como salir
a correr con mi amigo Mario.
Compartir zancadas a la vez que charlas, mientras recorres las calles y parques
de Madrid, es más que un placer. Hay pocas cosas que sean tan fáciles de conseguir y que a la vez reporten tanto. Correr junto a un amigo es una de ellas.
Salimos desde Delicias dirección Príncipe Pío, llegamos hasta el Puente de los Franceses, subimos hasta el intercambiador de Moncloa (la subida es mortal, llevaba los muslos duros como el hormigón) y bajamos por Pintor Rosales,
pasamos junto al templo de Debod, Palacio Real, Puerta de Toledo y vuelta a Delicias.
hoy he dormido cinco horas, me encuentro cansado, pero al despertar
he pensado en las cosas que valen la pena.
Es jueves y estoy contento casi feliz.
Sube, que son cinco minutos, me dijo por el portero automático.
Cuando salí del ascensor, un fuerte olor a basura obligó a que hiciera
más contenida mi respiración. El olor del rellano contrastaba con el delicioso olor que desprendía el interior de su casa, estaba haciendo una tortilla de patatas.
No me jodas que todavía estás así, exclamé.
Casi sin darme tiempo a entablar conversación, el I will survive de Gloria Gaynor
empezó a sonar desde el bolsillo de mis pantalones cortos (y ajustados).
Era mi teléfono móvil, me llamaba una buena amiga.
Mientras hablaba con ella, Blaki, el gato negro que gobierna la casa de Maite y Mario, se acercaba a mis calcetines largos de atletismo, la intención era rozar su lomo peludo contra mis piernas, un lomo negro y brillante, muy brillante y muy negro muy negro ( porque Blaky is black )
Marioooo!! como me toque las medias con las uñas le doy una patada!
Sin terminar la conversación con Cristina, Mario terminó de hacer una
fabulosa tortilla de patatas (tenía pinta de estar buenísima, lo sé porque me la enseñó ;-)
Mario apagó el fuego de la cocina (lo ves Mario como estaba apagado)
y salimos a patear las calles de Madrid.
Hoy por hoy hay pocas cosas que me llenen de tanto placer como salir
a correr con mi amigo Mario.
Compartir zancadas a la vez que charlas, mientras recorres las calles y parques
de Madrid, es más que un placer. Hay pocas cosas que sean tan fáciles de conseguir y que a la vez reporten tanto. Correr junto a un amigo es una de ellas.
Salimos desde Delicias dirección Príncipe Pío, llegamos hasta el Puente de los Franceses, subimos hasta el intercambiador de Moncloa (la subida es mortal, llevaba los muslos duros como el hormigón) y bajamos por Pintor Rosales,
pasamos junto al templo de Debod, Palacio Real, Puerta de Toledo y vuelta a Delicias.
hoy he dormido cinco horas, me encuentro cansado, pero al despertar
he pensado en las cosas que valen la pena.
Es jueves y estoy contento casi feliz.
lunes, 25 de febrero de 2008
Hold on, hold on
The most tender place in my heart is for strangers
I know it's unkind but my own blood is much too dangerous
Hangin' round the ceiling half the time
Hangin' round the ceiling half the time
Compared to some I've been around
But I really tried so hard
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
In the end I was the mean girl
Or somebody's in-between girl
Now it's the devil I love
And that's as funny as real love
I leave the party at three a.m.
Alone, thank God
With a valium from the bride
It's the devil I love
And that's as funny as real love
And that's as real as true love
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
Hold on, hold on
NEKO CASE
Es pura obsesión la que me ha venido con NEKO CASE,
y sobre todo con el tema Hold on, hold on, en 48 horas he debido de escuchar este tema cerca de quinientas veces y no me cansa, tiene algo que me estimula y me anestesia a la vez.
Jack Kerouac decía en su novela de culto "En el camino",
que existe un tipo de mujeres a
quienes teme porque sería capaz de abandonarlo todo por ellas:
"me arrojaría a sus pies; quedaría a su merced
y si me rechazaran me iría para siempre de este mundo"
I know it's unkind but my own blood is much too dangerous
Hangin' round the ceiling half the time
Hangin' round the ceiling half the time
Compared to some I've been around
But I really tried so hard
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
In the end I was the mean girl
Or somebody's in-between girl
Now it's the devil I love
And that's as funny as real love
I leave the party at three a.m.
Alone, thank God
With a valium from the bride
It's the devil I love
And that's as funny as real love
And that's as real as true love
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
Hold on, hold on
NEKO CASE
Es pura obsesión la que me ha venido con NEKO CASE,
y sobre todo con el tema Hold on, hold on, en 48 horas he debido de escuchar este tema cerca de quinientas veces y no me cansa, tiene algo que me estimula y me anestesia a la vez.
Jack Kerouac decía en su novela de culto "En el camino",
que existe un tipo de mujeres a
quienes teme porque sería capaz de abandonarlo todo por ellas:
"me arrojaría a sus pies; quedaría a su merced
y si me rechazaran me iría para siempre de este mundo"
martes, 19 de febrero de 2008
oporto
Buceando en internet encontré una oferta en un hotel de cinco estrellas en Oporto. Toda una experiencia y toda una agradable sorpresa la que me dio aquella ciudad.
Me enamoraron las vistas de la ciudad desde Vila Nova de Gaia, sus terrazas a la orilla del río Douro por la noche ofrecen una vista inigualable de Oporto, junto con los barcos de época, que antaño bajaban las uvas para elaborar el famoso “vinho”. me dejé impregnar tanto como pude de su bacalhau, de su churrasco de frango y de sus irresistibles pasteles, en una ciudad que tanto ofrece al visitante y nada pide a cambio.
Nos levantábamos muy temprano para patear la ciudad y llegábamos tan pronto y cansados al hotel que casi no nos daba tiempo para nada más, una ducha y a dormir.
Todas las noches antes de la cena, justo cuando nos estábamos duchando alguien intentaba abrir la puerta. Al principio pensamos que alguien se confundía, pero esto pasaba un día tras otro. Fue tanta nuestra inquietud que incluso pensamos dar aviso en recepción. El último día nos lo tomamos mas tranquilo, habíamos visto lo imprescindible de la ciudad y todo fue mas relajado. Cuando llegamos a la habitación, ya por la noche, nos encontramos las camas abiertas y un bombón de Godiva en cada una de ellas. Al fin desvelamos el misterio de las 20:40. Después de probar los bombones nos lamentamos mucho de haber estado allí e interrumpir la labor de la camarera.
Nunca olvidaré, porque además lo sigo conservando, el comunicado que nos dejaron sobre la cama informándonos del cambio de hora. Decía así en su versión en español, literalmente, sin omitir ni una coma:
EL HORA LEGAL PORTUGUÉS LEVANTANDO 60 MINUTOS AL DÍA 27 DE MARZO DESDE 05 ( NOCHE DESDE SÁBADO A PUNTO DE DOMINGO) AL 01:00 HORAS DE LA MAÑANA.
Ahí queda eso.
martes, 5 de febrero de 2008
el teléfono
El teléfono que suena no es el mío, casi que lo odio más.
Odio más al teléfono que está en la mesa de mi compañero que al mío propio.
El teléfono de la oficina nunca trae buenas sorpresas.
A veces pienso que tengo comunicación directa con el Ministerio de las Malas Noticias.
De momento no suena, pero el aparato telefónico guarda más energía potencial que cualquier otro objeto que esté a nuestro alcance y sin embargo, muchas veces escapa a nuestro control.
A veces lo miro de reojo y a veces no lo quiero ni mirar,
a veces me parece que suena y a veces no lo oigo sonar.
El teléfono de una oficina es una bomba con auricular.
Odio más al teléfono que está en la mesa de mi compañero que al mío propio.
El teléfono de la oficina nunca trae buenas sorpresas.
A veces pienso que tengo comunicación directa con el Ministerio de las Malas Noticias.
De momento no suena, pero el aparato telefónico guarda más energía potencial que cualquier otro objeto que esté a nuestro alcance y sin embargo, muchas veces escapa a nuestro control.
A veces lo miro de reojo y a veces no lo quiero ni mirar,
a veces me parece que suena y a veces no lo oigo sonar.
El teléfono de una oficina es una bomba con auricular.
domingo, 3 de febrero de 2008
jueves, 31 de enero de 2008
parábolas
Era en las noches de verano cuando más me gustaba. Apartados de la casa, entre parras, chopos y hormigueros, mi padre cogía un viejo libro y nos recitaba poesía.
Recuerdo las imágenes que aquellos versos creaban en mí, en especial este poema, era mi preferido. Me imaginaba de mayor, quizás con la edad que tengo ahora, despertándome de un sueño y como al niño del poema, todo se escapa cuando intentaba retenerlo.
De niño nunca supe quien era el autor de aquella poesía que tanto me gustaba y un día, después de muchos años, aquella poesía me buscó y yo la encontré.
Recuerdo las imágenes que aquellos versos creaban en mí, en especial este poema, era mi preferido. Me imaginaba de mayor, quizás con la edad que tengo ahora, despertándome de un sueño y como al niño del poema, todo se escapa cuando intentaba retenerlo.
De niño nunca supe quien era el autor de aquella poesía que tanto me gustaba y un día, después de muchos años, aquella poesía me buscó y yo la encontré.
Antonio Machado
Parábolas
I
Parábolas
I
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
viernes, 4 de enero de 2008
31 diciembre
Nos propusimos pasar un día diferente a lo que veníamos haciendo en los años anteriores, huir de las macrofiestas, barralibre, cotillón y churros. Decidimos pasar un día en la sierra, y pedir los deseos para el año nuevo comiendo en un buen restaurante, para más tarde visitar el monasterio cartujano de El Paular.
Aunque contiguo a un animado hotel, el monasterio parecía desolado. Atravesamos una pequeña puerta de madera, que a su vez pertenecía a una de proporciones aún mayores, y casi sin darnos tiempo a dar un paso, desde una diminuta ventana, un señor nos preguntó qué deseábamos. El pequeño cuarto desde el que nos hablaba, estaba iluminado con una lámpara incandescente de no más de 40 vatios. Mientras nos explicaba con detalle los horarios de visita, yo me distraje mirando sus gafas de pasta marrón, me preguntaba si aquellas gafas de grueso cristal eran el producto de la mala iluminación de aquel cuarto. Cuando terminamos de hablar con el señor, tenía la esperanza de que mi acompañante se hubiese enterado de algo. Nos incluimos en la última visita programada, que coincidía con el último rayo de sol, de aquel último día del año.
Un monje ataviado con su inquietante hábito se nos presentó. Con gran solemnidad, nos fue mostrando las dependencias indicando en cada una de ellas, la vida diaria de los monjes y sus curiosidades. Una vez mostrado el interior, el monje nos invitó a salir advirtiendo el frío que hacía en el exterior, al mismo tiempo que con la capucha se cubría su cabeza.
Con detenimiento nos explicó cada una de las particiones en las que se dividía el jardín, que a su vez era un huerto utilizado para el aprovisionamiento del monasterio. Ni tan siquiera la luna llena era capaz de iluminar completamente su rostro, y sólo se podía ver el blanco de sus ojos en la oscura cavidad de su capucha y el vaho saliendo de su boca dejando muestra del frío que hacía en aquella incipiente noche. Por un momento deshizo su postura de manos entrelazadas bajo las mangas de su hábito a la altura del estómago, para indicarnos el lugar que ocupaba el cementerio en el jardín, y añadió en su narración el sitio concreto donde esa misma mañana habían enterrado a un hermano. Me pregunté si aquel detalle era necesario, o sólo pretendía añadir más misterio al momento. Una vez terminada la visita, el monje nos felicitó el año que estaba a punto de entrar y nos agradeció el interés.
Aunque contiguo a un animado hotel, el monasterio parecía desolado. Atravesamos una pequeña puerta de madera, que a su vez pertenecía a una de proporciones aún mayores, y casi sin darnos tiempo a dar un paso, desde una diminuta ventana, un señor nos preguntó qué deseábamos. El pequeño cuarto desde el que nos hablaba, estaba iluminado con una lámpara incandescente de no más de 40 vatios. Mientras nos explicaba con detalle los horarios de visita, yo me distraje mirando sus gafas de pasta marrón, me preguntaba si aquellas gafas de grueso cristal eran el producto de la mala iluminación de aquel cuarto. Cuando terminamos de hablar con el señor, tenía la esperanza de que mi acompañante se hubiese enterado de algo. Nos incluimos en la última visita programada, que coincidía con el último rayo de sol, de aquel último día del año.
Un monje ataviado con su inquietante hábito se nos presentó. Con gran solemnidad, nos fue mostrando las dependencias indicando en cada una de ellas, la vida diaria de los monjes y sus curiosidades. Una vez mostrado el interior, el monje nos invitó a salir advirtiendo el frío que hacía en el exterior, al mismo tiempo que con la capucha se cubría su cabeza.
Con detenimiento nos explicó cada una de las particiones en las que se dividía el jardín, que a su vez era un huerto utilizado para el aprovisionamiento del monasterio. Ni tan siquiera la luna llena era capaz de iluminar completamente su rostro, y sólo se podía ver el blanco de sus ojos en la oscura cavidad de su capucha y el vaho saliendo de su boca dejando muestra del frío que hacía en aquella incipiente noche. Por un momento deshizo su postura de manos entrelazadas bajo las mangas de su hábito a la altura del estómago, para indicarnos el lugar que ocupaba el cementerio en el jardín, y añadió en su narración el sitio concreto donde esa misma mañana habían enterrado a un hermano. Me pregunté si aquel detalle era necesario, o sólo pretendía añadir más misterio al momento. Una vez terminada la visita, el monje nos felicitó el año que estaba a punto de entrar y nos agradeció el interés.
24 diciembre
Como una cortina blanca, en la noche, que era fría, nos separaba.
Apenas dio un paso y un frágil movimiento pidiendo permiso para acercarse.
Antes, en el coche frente a nosotros, otra negativa.
Ni siquiera se acercó, no pretendía molestar, sólo ofrecer lo único que podía ofrecer.
Todo lo llevaba en una pequeña bolsa pegada al pecho y unos pañuelos que sostenía con su mano derecha.
Como una cortina blanca, en la noche, que era fría, todo nos separaba.
Tras la ventanilla del coche, pudimos verle, intentaba calentarse las manos con su propio vaho.
Llamamos su atención, se acercó a nosotros, ofreció todo lo que podía ofrecer y nos felicito la nochebuena.
Apenas dio un paso y un frágil movimiento pidiendo permiso para acercarse.
Antes, en el coche frente a nosotros, otra negativa.
Ni siquiera se acercó, no pretendía molestar, sólo ofrecer lo único que podía ofrecer.
Todo lo llevaba en una pequeña bolsa pegada al pecho y unos pañuelos que sostenía con su mano derecha.
Como una cortina blanca, en la noche, que era fría, todo nos separaba.
Tras la ventanilla del coche, pudimos verle, intentaba calentarse las manos con su propio vaho.
Llamamos su atención, se acercó a nosotros, ofreció todo lo que podía ofrecer y nos felicito la nochebuena.
viajar
He querido imaginar el significado de la palabra viajar a través de los ojos de mi abuelo, después de haber oído sus vivencias fuera del pueblo, quería ponerme en su piel ahora que tiene casi 100 años y una vida marcada por la guerra.
Nacido en Cuenca, la marcha de las tropas lo llevaron hasta Teruel.
A menudo imaginamos o intentamos recordar cómo eran las cosas a través de los ojos de un niño, pero pocas veces nos ponemos del lado de nuestros mayores, mi relato y mi tiempo va por ellos.
RELATO BREVE PARA UNA LARGA VIDA, EL VIAJE SEGÚN ÉL
a mi abuelo
Para mí hacer las maletas solo significaba despedirme de mis amigos, mi familia y mi pueblo. El único equipaje era la duda, porque las lágrimas ya las dejé por el camino. Para mí viajar era pasar hambre y frío, miedo y barro.
Teruel existía. Lo querían republicanos y fascistas, así que entre esta disputa era difícil ser turista.
Ahora desde esta habitación, mis ojos ya no son los mismos, mi cuerpo tampoco. Ahora el viaje será otro, y a diferencia de aquel otro viaje, ahora ya no cabe la duda en mi equipaje.
Nacido en Cuenca, la marcha de las tropas lo llevaron hasta Teruel.
A menudo imaginamos o intentamos recordar cómo eran las cosas a través de los ojos de un niño, pero pocas veces nos ponemos del lado de nuestros mayores, mi relato y mi tiempo va por ellos.
RELATO BREVE PARA UNA LARGA VIDA, EL VIAJE SEGÚN ÉL
a mi abuelo
Para mí hacer las maletas solo significaba despedirme de mis amigos, mi familia y mi pueblo. El único equipaje era la duda, porque las lágrimas ya las dejé por el camino. Para mí viajar era pasar hambre y frío, miedo y barro.
Teruel existía. Lo querían republicanos y fascistas, así que entre esta disputa era difícil ser turista.
Ahora desde esta habitación, mis ojos ya no son los mismos, mi cuerpo tampoco. Ahora el viaje será otro, y a diferencia de aquel otro viaje, ahora ya no cabe la duda en mi equipaje.
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