martes, 19 de febrero de 2008

oporto


Buceando en internet encontré una oferta en un hotel de cinco estrellas en Oporto. Toda una experiencia y toda una agradable sorpresa la que me dio aquella ciudad.
Me enamoraron las vistas de la ciudad desde Vila Nova de Gaia, sus terrazas a la orilla del río Douro por la noche ofrecen una vista inigualable de Oporto, junto con los barcos de época, que antaño bajaban las uvas para elaborar el famoso “vinho”. me dejé impregnar tanto como pude de su bacalhau, de su churrasco de frango y de sus irresistibles pasteles, en una ciudad que tanto ofrece al visitante y nada pide a cambio.

Nos levantábamos muy temprano para patear la ciudad y llegábamos tan pronto y cansados al hotel que casi no nos daba tiempo para nada más, una ducha y a dormir.

Todas las noches antes de la cena, justo cuando nos estábamos duchando alguien intentaba abrir la puerta. Al principio pensamos que alguien se confundía, pero esto pasaba un día tras otro. Fue tanta nuestra inquietud que incluso pensamos dar aviso en recepción. El último día nos lo tomamos mas tranquilo, habíamos visto lo imprescindible de la ciudad y todo fue mas relajado. Cuando llegamos a la habitación, ya por la noche, nos encontramos las camas abiertas y un bombón de Godiva en cada una de ellas. Al fin desvelamos el misterio de las 20:40. Después de probar los bombones nos lamentamos mucho de haber estado allí e interrumpir la labor de la camarera.

Nunca olvidaré, porque además lo sigo conservando, el comunicado que nos dejaron sobre la cama informándonos del cambio de hora. Decía así en su versión en español, literalmente, sin omitir ni una coma:

EL HORA LEGAL PORTUGUÉS LEVANTANDO 60 MINUTOS AL DÍA 27 DE MARZO DESDE 05 ( NOCHE DESDE SÁBADO A PUNTO DE DOMINGO) AL 01:00 HORAS DE LA MAÑANA.

Ahí queda eso.

No hay comentarios: