Desolado.
Sin techo, sin suelo.
Y busco el consuelo del alma en duelo.
Espero respuestas de aquello, de estas. Pero no hallo.
Yo hablo y no callo.
Y recibo miradas, quietas, calladas. Que no miran, que se espantan.
Me faltan lágrimas y sobran silencios
Que expliquen el sentido del que pierde el latido
No callo, no olvido, no puedo
martes, 3 de febrero de 2009
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1 comentario:
qué triste...
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