martes, 14 de julio de 2009
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salen sulfurosas
las palabras que bombeas
y las manos,
cizallas a las prendas
desgarran un muro textil.
las palabras que bombeas
y las manos,
cizallas a las prendas
desgarran un muro textil.
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Etiquetas:
locura,
ni una cosa ni la otra
jueves, 21 de mayo de 2009
Otra vez
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Calibro la rugosidad
y el contorno de tus senos.
Me baño en un ruido que queda sin verificar.
y todo mientras vuelo.
y el contorno de tus senos.
Me baño en un ruido que queda sin verificar.
y todo mientras vuelo.
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viernes, 24 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
Azul
Del color del cielo sin nubes.
Quinto color del espectro.
Color de diversas sustancias o a base de ellas
De cobalto, de Prusia, de marino
Azulado.
Azulino.
Azulete.
Quinto color del espectro.
Color de diversas sustancias o a base de ellas
De cobalto, de Prusia, de marino
Azulado.
Azulino.
Azulete.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Sombras que llegan
El viento y los recuerdos son de la misma materia.
Son estrofas lejanas que de vez en cuando quieren visitarnos.
Nos arrancan lágrimas si decidimos no abrigarnos
y ni espesan el alma si vienen del Norte
y ni alivian el cuerpo cuando llegan del Sur.
Las mentiras de la memoria viajan por el tiempo,
como los recuerdos y el viento.
Se disfrazan de honestas intenciones
que poco nos cuesta creernos.
Las palabras también son como el viento.
Las palabras también son mentiras cuando hablan de recuerdos.
Son estrofas lejanas que de vez en cuando quieren visitarnos.
Nos arrancan lágrimas si decidimos no abrigarnos
y ni espesan el alma si vienen del Norte
y ni alivian el cuerpo cuando llegan del Sur.
Las mentiras de la memoria viajan por el tiempo,
como los recuerdos y el viento.
Se disfrazan de honestas intenciones
que poco nos cuesta creernos.
Las palabras también son como el viento.
Las palabras también son mentiras cuando hablan de recuerdos.
Etiquetas:
locura,
ni una cosa ni la otra
miércoles, 11 de febrero de 2009
La inspiración
Si perdiera la mitad de lo que recuerda, el resto no tendría sentido.
De su reposo no nacía la intención de vender ninguna idea más, así que continuó esperándola.
Fabricó silencios cuando lo que quería era gritar, y obligó a su memoria a no echarla de menos. Pero el seguía esperándola, en la misma postura que lo hizo otras veces.
Sabía que era una desconocida para él, apenas dos encuentros que él recordara, porque ahora su memoria también empezaba a perderle el respeto.
La recordaba confusa y en sus encuentros él siempre lucía ojeras
-estigmas de la noche-
Podría parar la espera poniendo su canción favorita y así olvidarla, pero necesitaba hurgar en la desesperación, en la soledad de la espera.
El contacto difuso con la realidad se resbalaba entre sus manos, sostenía un bolígrafo que cayó al suelo sin tocar el papel en blanco que había frente a él.
Aquella noche tampoco vino
De su reposo no nacía la intención de vender ninguna idea más, así que continuó esperándola.
Fabricó silencios cuando lo que quería era gritar, y obligó a su memoria a no echarla de menos. Pero el seguía esperándola, en la misma postura que lo hizo otras veces.
Sabía que era una desconocida para él, apenas dos encuentros que él recordara, porque ahora su memoria también empezaba a perderle el respeto.
La recordaba confusa y en sus encuentros él siempre lucía ojeras
-estigmas de la noche-
Podría parar la espera poniendo su canción favorita y así olvidarla, pero necesitaba hurgar en la desesperación, en la soledad de la espera.
El contacto difuso con la realidad se resbalaba entre sus manos, sostenía un bolígrafo que cayó al suelo sin tocar el papel en blanco que había frente a él.
Aquella noche tampoco vino
martes, 3 de febrero de 2009
Poesía Vs Explosivos
Desolado.
Sin techo, sin suelo.
Y busco el consuelo del alma en duelo.
Espero respuestas de aquello, de estas. Pero no hallo.
Yo hablo y no callo.
Y recibo miradas, quietas, calladas. Que no miran, que se espantan.
Me faltan lágrimas y sobran silencios
Que expliquen el sentido del que pierde el latido
No callo, no olvido, no puedo
Sin techo, sin suelo.
Y busco el consuelo del alma en duelo.
Espero respuestas de aquello, de estas. Pero no hallo.
Yo hablo y no callo.
Y recibo miradas, quietas, calladas. Que no miran, que se espantan.
Me faltan lágrimas y sobran silencios
Que expliquen el sentido del que pierde el latido
No callo, no olvido, no puedo
lunes, 26 de enero de 2009
El turno de Raquel
Raquel metió la mano en su bolsillo. Sacó un pequeño papel con un número que entregó a Rafa.
-Esta mañana estuve en una joyería, este era mi turno.
Rafa metió la mano en el bolsillo y sacó un pequeño papel de color verde.
Raquel desenvolvió el papel de sus arrugas, era un billete de autobús:
"Billete ordinario: 12-junio 1992"
-Toma, es un billete ordinario de un tipo ordinario.
Raquel sonrió y besó a Rafa.
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