The most tender place in my heart is for strangers
I know it's unkind but my own blood is much too dangerous
Hangin' round the ceiling half the time
Hangin' round the ceiling half the time
Compared to some I've been around
But I really tried so hard
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
In the end I was the mean girl
Or somebody's in-between girl
Now it's the devil I love
And that's as funny as real love
I leave the party at three a.m.
Alone, thank God
With a valium from the bride
It's the devil I love
And that's as funny as real love
And that's as real as true love
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
That echo chorus lied to me with its
"Hold on, hold on, hold on, hold on"
Hold on, hold on
NEKO CASE
Es pura obsesión la que me ha venido con NEKO CASE,
y sobre todo con el tema Hold on, hold on, en 48 horas he debido de escuchar este tema cerca de quinientas veces y no me cansa, tiene algo que me estimula y me anestesia a la vez.
Jack Kerouac decía en su novela de culto "En el camino",
que existe un tipo de mujeres a
quienes teme porque sería capaz de abandonarlo todo por ellas:
"me arrojaría a sus pies; quedaría a su merced
y si me rechazaran me iría para siempre de este mundo"
lunes, 25 de febrero de 2008
martes, 19 de febrero de 2008
oporto
Buceando en internet encontré una oferta en un hotel de cinco estrellas en Oporto. Toda una experiencia y toda una agradable sorpresa la que me dio aquella ciudad.
Me enamoraron las vistas de la ciudad desde Vila Nova de Gaia, sus terrazas a la orilla del río Douro por la noche ofrecen una vista inigualable de Oporto, junto con los barcos de época, que antaño bajaban las uvas para elaborar el famoso “vinho”. me dejé impregnar tanto como pude de su bacalhau, de su churrasco de frango y de sus irresistibles pasteles, en una ciudad que tanto ofrece al visitante y nada pide a cambio.
Nos levantábamos muy temprano para patear la ciudad y llegábamos tan pronto y cansados al hotel que casi no nos daba tiempo para nada más, una ducha y a dormir.
Todas las noches antes de la cena, justo cuando nos estábamos duchando alguien intentaba abrir la puerta. Al principio pensamos que alguien se confundía, pero esto pasaba un día tras otro. Fue tanta nuestra inquietud que incluso pensamos dar aviso en recepción. El último día nos lo tomamos mas tranquilo, habíamos visto lo imprescindible de la ciudad y todo fue mas relajado. Cuando llegamos a la habitación, ya por la noche, nos encontramos las camas abiertas y un bombón de Godiva en cada una de ellas. Al fin desvelamos el misterio de las 20:40. Después de probar los bombones nos lamentamos mucho de haber estado allí e interrumpir la labor de la camarera.
Nunca olvidaré, porque además lo sigo conservando, el comunicado que nos dejaron sobre la cama informándonos del cambio de hora. Decía así en su versión en español, literalmente, sin omitir ni una coma:
EL HORA LEGAL PORTUGUÉS LEVANTANDO 60 MINUTOS AL DÍA 27 DE MARZO DESDE 05 ( NOCHE DESDE SÁBADO A PUNTO DE DOMINGO) AL 01:00 HORAS DE LA MAÑANA.
Ahí queda eso.
martes, 5 de febrero de 2008
el teléfono
El teléfono que suena no es el mío, casi que lo odio más.
Odio más al teléfono que está en la mesa de mi compañero que al mío propio.
El teléfono de la oficina nunca trae buenas sorpresas.
A veces pienso que tengo comunicación directa con el Ministerio de las Malas Noticias.
De momento no suena, pero el aparato telefónico guarda más energía potencial que cualquier otro objeto que esté a nuestro alcance y sin embargo, muchas veces escapa a nuestro control.
A veces lo miro de reojo y a veces no lo quiero ni mirar,
a veces me parece que suena y a veces no lo oigo sonar.
El teléfono de una oficina es una bomba con auricular.
Odio más al teléfono que está en la mesa de mi compañero que al mío propio.
El teléfono de la oficina nunca trae buenas sorpresas.
A veces pienso que tengo comunicación directa con el Ministerio de las Malas Noticias.
De momento no suena, pero el aparato telefónico guarda más energía potencial que cualquier otro objeto que esté a nuestro alcance y sin embargo, muchas veces escapa a nuestro control.
A veces lo miro de reojo y a veces no lo quiero ni mirar,
a veces me parece que suena y a veces no lo oigo sonar.
El teléfono de una oficina es una bomba con auricular.
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