Cuando nos asalte la desmaquillada verdad,
castigaré mis impulsos de besarte.
Cuando de lejos llegue el viento soplando
Y disipados estén los suspiros,
castigaré mis impulsos de tocarte.
Cuando los demás en su discurso
desaprueben nuestros actos
vigilaremos las acciones para que se conviertan
en caricias de un delicioso blanco.
al amanecer, las sombras volverán a ser como siempre.
Oscuras, pero inocentes.
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2 comentarios:
Dulces castigos supongo.
...Déjame que piense...
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