jueves, 13 de marzo de 2008

Cosas que valen la pena

Me llamó por teléfono y me dio media hora para cambiarme y llegar a su casa. Llegué diez minutos tarde, eran las nueve menos veinte y ya era de noche.

Sube, que son cinco minutos, me dijo por el portero automático.
Cuando salí del ascensor, un fuerte olor a basura obligó a que hiciera
más contenida mi respiración. El olor del rellano contrastaba con el delicioso olor que desprendía el interior de su casa, estaba haciendo una tortilla de patatas.
No me jodas que todavía estás así, exclamé.
Casi sin darme tiempo a entablar conversación, el I will survive de Gloria Gaynor
empezó a sonar desde el bolsillo de mis pantalones cortos (y ajustados).
Era mi teléfono móvil, me llamaba una buena amiga.
Mientras hablaba con ella, Blaki, el gato negro que gobierna la casa de Maite y Mario, se acercaba a mis calcetines largos de atletismo, la intención era rozar su lomo peludo contra mis piernas, un lomo negro y brillante, muy brillante y muy negro muy negro ( porque Blaky is black )
Marioooo!! como me toque las medias con las uñas le doy una patada!
Sin terminar la conversación con Cristina, Mario terminó de hacer una
fabulosa tortilla de patatas (tenía pinta de estar buenísima, lo sé porque me la enseñó ;-)
Mario apagó el fuego de la cocina (lo ves Mario como estaba apagado)
y salimos a patear las calles de Madrid.

Hoy por hoy hay pocas cosas que me llenen de tanto placer como salir
a correr con mi amigo Mario.
Compartir zancadas a la vez que charlas, mientras recorres las calles y parques
de Madrid, es más que un placer. Hay pocas cosas que sean tan fáciles de conseguir y que a la vez reporten tanto. Correr junto a un amigo es una de ellas.

Salimos desde Delicias dirección Príncipe Pío, llegamos hasta el Puente de los Franceses, subimos hasta el intercambiador de Moncloa (la subida es mortal, llevaba los muslos duros como el hormigón) y bajamos por Pintor Rosales,
pasamos junto al templo de Debod, Palacio Real, Puerta de Toledo y vuelta a Delicias.

hoy he dormido cinco horas, me encuentro cansado, pero al despertar
he pensado en las cosas que valen la pena.
Es jueves y estoy contento casi feliz.